Un año más nuestra Parroquia cuenta con un precioso Belén que fue solemnemente bendecido el Domingo 17. La celebración incluía un concierto de villancicos que interpretó lucidamente ”la Parranda Castellana”.
Desde hace cuatro años este Belén Parroquial se ha enriquecido notablemente: sus dimensiones, su iluminación, sus figuras, las casas y el decorado efímero que lo compone. El primer impulsó fue admirable, pues participaron muchas personas, instituciones y asociaciones de nuestro pueblo que hicieron con una enorme pericia y disponibilidad la inmensa mayoría de todo lo que hoy se puede contemplar en el Nacimiento.
Una vez más, quiero expresar mi sincero agradecimiento a las personas que con gran esfuerzo han dedicado su tiempo durante semanas para que todos los que quieran acercarse a nuestra iglesia puedan contemplar algo tan hermoso: Paco, Cipri, Pablo, Florencio, Hortensia, Mª Carmen, Mento, Angelines, Anabel, Virginia, Mariano, David, Benja, Raúl, Rogelio, Martín, Darío, Pedro… Son nuestro grupo Belenista; abierto sin duda, a más gente que desee ayudar de la forma que sepa.
También doy gracias a quienes contribuyen de otra manera, donando los materiales que se necesitan o las herramientas: Hermanos Pascual, José-Juan, y el Corcho que nos fue también regalado.
Este año, el Ayuntamiento y la Cooperativa de San Isidro han sufragado un hermoso grupo de ángeles napolitanos; y Valera ha donado cuatro nuevas figuras con movimiento que completan al grupo que regaló el año pasado.
Es un gran regalo la ilusión y la disponibilidad que tantos ponen en esta actividad pastoral, y que creo es reconocido por todos los que se asoman a esta ventana que nos transporta a los tiempos de Jesús. En efecto, el Belén, no es algo decorativo, anecdótico… Sino que hace que entre por los sentidos los misterios de la Vida de Cristo; de hecho está lleno de escenas bíblicas y evangélicas que es un deleite descubrir y buscar entre tantos recovecos y perspectivas que se originan al construir el belén.
Una vez más, no me canso de dar las gracias, de corazón. ¡Venid todos a verlo! Y que a todos los que vengáis, Dios os bendiga y volváis a vuestras casas con el corazón lleno de paz. También vuestra colaboración nos ayuda a seguir y a soñar ya cómo hacer mas hermoso nuestro Belén para el próximo año…
Vuestro sacerdote,
Francisco Javier